Luis Gracián se formó como piloto en los años 60. Tras 14 años en competición, y tras llegar a ser piloto oficial de Renault, dejó los rallyes por las presiones y algunos accidentes que le hicieron recapacitar cuando ya era padre de tres hijos. Tras casi 30 años apartado de la competición regresó para correr en clásicos y regularidad sport, y ahora se plantea poder hacer subidas y formar a su hija Anna tanto en karts como en turismos. Luis nos recibió en su finca de Marbella donde pudimos disfrutar de su amplísima colección de coches, un total de 55, y de una ruta en quads espectacular. Es un resumen de la larga conversación y de la cantidad de anécdotas y experiencias que compartió con nosotros el marbellí.
¿Cómo empieza tu afición por el automovilismo?
Desde que era pequeño siempre me gustaba viajar con mi padre para que me dejara llevar el volante. Con 13 años empecé a conducir y le robaba el coche a mi padre para poder aprender. Cuando me saqué el carné de conducir me compré un Seat 600 y aproveché una prueba de velocidad que se organizó en una urbanización de Torremolinos, para correr allí en el año 62. Tuve el bautizo allí, entre las calles de la urbanización. Seguir Leyendo>>>>
¿Cómo empieza tu afición por el automovilismo?
Desde que era pequeño siempre me gustaba viajar con mi padre para que me dejara llevar el volante. Con 13 años empecé a conducir y le robaba el coche a mi padre para poder aprender. Cuando me saqué el carné de conducir me compré un Seat 600 y aproveché una prueba de velocidad que se organizó en una urbanización de Torremolinos, para correr allí en el año 62. Tuve el bautizo allí, entre las calles de la urbanización. Seguir Leyendo>>>>